Daniel García es uno de los cocineros que sin toda la resonancia mediática que hoy día se les otorga a estos profesionales, ha sabido mantener la paciencia necesaria de los buenos cocineros, para desde su pequeño local en Astraburdua, donde comenzó hasta el de Pozas en Bilbao, para luego triunfar en el Zortziko de Alameda Mazarredo y extender su buen hacer y semilla, en el Atea.
Daniel es autodidacta, pero de los que su actitud y tesón diario con el compromiso de hacer bien las cosas y buscando la satisfacción de quienes acuden a su mesa, le obliga cada día a inventarse de nuevo. No hace experimentos raros ni extravagantes, su cocina es directa y aunque en algún momento le vi caer en la tentación de la tontería que muchas corrientes de cocineros caían. El fiel y leal, al compromiso de ofrecer platos con sabor y sensación, ejerce una conducta seria y a veces severa con este compromiso, no permitiéndole equivocarse, cuando quizás en el “ensayo-error” esta parte de la evolución.
Daniel es inquieto y comunicador, necesita de la palabra, pero no para explicar su cocina que se explica sola, sino para entender al cocinero que no olvida que su sitio está en los fogones y en todos aquellos que les relaciona. Por eso no es raro verle por Arminza para embarcarse y pescar, aquello que luego le servirá de juguete para disfrutar y divertirnos. Daniel es COCINERO con mayúsculas.
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viernes, 30 de diciembre de 2011
El cocinero Daniel Garcia en Larruzz Bilbao
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