Después de realizar por tercera o cuarte vez la etapa que une Bilbao con Portugalete, esta vez con mi primo Manolo que llegado desde precisamente Santiago de Compostela, esta pasando unos días por aquí, fuimos a parar al Siglo XX un bar con amplia terraza y lustrosa barra llena de pinchos que era el perfecto premio después de casi diecinueve kilómetros caminados.
Nos dejamos aconsejar por el camarero que nos ofreció unos huevo rellenos de besamel y uno champiñones. El huevo me encanto y los champis un poco menos, pero percibimos enseguida los dos, ya que Manolo también es hostelero con veinte años de oficio que el pincho de este bar es un pincho sabroso pero basto, de esos que te manchas un poco las manos al comer. No pondré ningún pero, por que después de la caminata todo sabe rico, aunque bien es cierto que justo en la otra orilla, donde la población luce otro pedigri hay bares que ponen pinchos menos contundentes, mas finos, y con otras características muy diferentes. No son mejores ni peores, pero la reflexión que nos vino, fue, que según sea la barra de un bar y sus pincho puedes hacerte idea del publico que acude y le rodea.
El Siglo XX es un buen bar con buen servicio, los tres fornidos camareros, estaban pendiente de todo bicho viviente y con unos precios muy accesibles nos tomamos un refriguerio, repusimos fuerzas y seguimos por la barcaza del Puente Colgante, hasta la otra orilla....
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lunes, 12 de marzo de 2012
Champiñones en Siglo XXI de Portugalete
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