martes, 15 de noviembre de 2011

CAMINO de PEZ rumbo a la COLEGIATA de ZENARRUZA

RUTA desde MARKINA hasta ARRATZU con Jon Fano
A Jon le conocí gracias a la tele. Por aquellas épocas, algo mas de 16 años, el presentaba un divertido programa con la que hoy es directora del programa salsero de “Vuélveme Loca” en Tele5, Idoia Bilbao.
Su gracia, frescura y simpatía, me hicieron magnéticamente acercarme a él y desde entonces siempre hemos estado juntos. Por eso con él una caminata como esta es amena, divertida y aunque requiere esfuerzo, apenas el cansancio se nota.
Habíamos cogido el autobús que une Bilbao con Markina y en una afán de sacar una foto de salida, el móvil funciono en la opción video y aquí que nos tienes rajando lo que haga falta.
EL trayecto en bus de apenas una hora nos sirvió para hablar de nuestra tele y sus protagonistas. Un desayuno en el bar que junto a la parada del bus hay en Markina y enseguida coger la flecha amarilla que nos lleva por el camino de Santiago hasta Gernika.
La vida y los desencuentros a los dos han ofrecido mucha generosidad enseñándonos que muchas veces es más fácil, parar y ver donde hemos cometido el error y empezar de nuevo para coger la buena senda. Y así hicimos en nuestro primer desvío. Lo enfrascados que estamos en la conversación, nos cegó y omitimos una flecha que nos llevaba al camino. Y com el objetivo en este caso, no era la meta, sino el camino en si, tampoco nos preocupo demasiado.
Jon habla, ríe, suspira, pero siempre da un giro con lo planteado para poder observar lo positivo de la situación. Esta lleno de optimismo y envidio su energía, además de su genética por no engordar con todo lo que come.
Pasamos por un humilladero, donde el “Santutuxu” osea, el santo pequeño, reponía fuerzas y ya en las profundidades de los bosques llenos de pinos y algún que otro názcalo que cogimos, seguimos arreglando el mundo sin perder detalle de todo lo que nos rodea. El paisaje y el fondo de todo lo que vamos transitando es una maravilla y desde el cartel que hay en una valla, hasta las continuas decisiones que teníamos que tomar para elegir el camino, nos servia de excusa para filosofar sobre la vida.
Y así con un rodeo de mas de tres kilómetros llegamos hasta Bolívar, donde Simon nació y se encuentra un museo y la historia bolivariana de todo lo que hizo. ¿ Y que hizo…? Puesntras aquí y lo miras… www.simonbolivarmuseoa.com
Nuestra incertidumbre, no hizo preguntar en un bar de la localidad y con una clara indicación ascendimos por una calzad con estructura de pez, por poseer una espina central y cantos rodados que en sui día facilitaban el paso a los carros y animales. Por que hoy, obstaculizan y entorpecen.
Llegamos a la Colegiata de Zenarruza y allí impresionados por lo bien cuidado que esta todo y una musiquilla que procedía de una pequeña puerta, entramos. Y dentro… estaba Santiago el organista, que aunque natural de Extremadura, vive en Sevilla y pasa la vida, tres meses en la Colegiata con los monjes Cistercienses, un mes en Sevilla y de vuelta al circulo de tres y uno. Estaba tocando uno de los dos órganos que tiene la catedral, el de abajo, por que el de arriba que debe ser uno de los mas antiguos de Europa, aun estando coordinado con el de abajo, no se toca siempre.
Mi carácter curioso y su disposición total me hizo formularle varias preguntas que amablemente me respondía…Que solo quedan seis monjes y que se levantan a las 5 de la mañana para media hora mas tarde rezar y como estos monjes…el es laico, pero soltero, siempre rezan cantando, necesitan un organista que acompañe sus plegarias.
De conversación didáctica y deleitable se muestra Santiago, que me atrevería a decir que es un prójimo mortal inquieto y curioso también. Con ganas de aprender y enseñar, pero sobre todo…generoso.
Con una foto que le hicimos y mandamos desde el propio móvil, nos despedimos y un regusto emocionado, me lleve al cuerpo que ahora parecía caminar más liviano.
Fue en la salida de la Colegiata de Zenarruza, donde coincidimos con una paraje que también e Bilbao estaba haciendo el camino hacia Gernika; Jesús y Julia. Enseguida entablamos conversación y comenzamos a hilvanar una conversación llena de anécdotas y experiencias montañeras para pasar mas tarde a parloteos y coloquios que nos hacían pasear con más ganar y menos esfuerzo. Es curioso la energía y fortaleza que produce la compañía. Buen añadiría…la buena compañía. Jesús lleva mas de treinta años haciendo monte y se tiene recorridos todos los montes de Bizkaia y parte del “extranjero” Julia es periodista y de la promoción de nuestros compañeros Joseba SOlozabal y María Jesús García, lleva sus cincuenta años con una lozanía y garbo propios de una adolescente.
Con ellos llegamos hasta Munitibar y nos refrescamos en sus fuentes, almorzamos nuestra fruta y proseguimos el camino que nos adentraba de nuevo en bosques, senderos y pinares. Aun estando todo muy seco, las zonas sombrías presentaban grandes charcos donde se podían contemplar miles de zampaburus que en breve se convertirán en ranas.
En algunos tramos, los pies se me hundían y llenaban de barro. Menos mal que las botas que llevo son de calidad y no permiten que el agua entre…gracias Juanjo ( mi hermano que me las regalo)
Subimos y bajamos, pero no perdemos detalle de lo que nos rodea y ante las dudas preguntamos a Jesús que como experto conocedor, tiene respuestas.
La orilla de un río y sun cantos disgregan el cuarteto y me escapo unos metros por delante. Esta sensación de estar solo y caminar en silencio, me produce un placer que me hace aumentar el ritmo en el paso para poder disfrutar de esta soledad. No quiero que me alcancen y aunque a lo lejos escucho sus voces, poco a poco los voy perdiendo. Y es precisamente en este momento, donde me doy cuenta que no quiero estar solo y aminoro el paso. Nos reagrupamos otra vez y este tonto reencuentro, me produce mucha alegría.
Son cerca de las dos de la tarde y habimos salido a las nueve de Markina, decidimos apártanos del camino y quedar con Isabel y mis criaturas para compartir la comida. Así que nos despedimos de Jesús y Julia con un beso y abrazo. Un hasta pronto, ya que estamos seguros que en breve volveremos a coincidir.
Y así llegamos hasta Arratzu, un pueblo del que nada sabíamos y precisamente por eso…todo queríamos conocer. Pero lo primero…es lo primero y nos fuimos a comer.
Jabier ( arroba ) lavisita ( punto ) com
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